INSPIRADOS POR NUESTRAS RAÍCES

La seguridad es siempre nuestra prioridad número uno y es responsabilidad de todos.

En todo el mundo, nos comprometemos a hacer lo necesario para conseguir que todos nuestros empleados regresen a casa sanos y salvos con sus familias y amigos, porque no merece la pena que nadie resulte herido por nada de lo que hacemos.

Está claro que nuestra dedicación a la seguridad ha beneficiado a todos en McCain y seguimos impulsando principios de excelencia y políticas en materia de salud y seguridad.

Creemos que todo el mundo debe trabajar en un entorno en el que se sienta seguro e incluído.

Nuestro Código de Conducta exige a todos los empleados que se aseguren de que McCain proporciona un entorno seguro, respetuoso, inclusivo, libre de discriminación y acoso. Nuestro Código de Conducta para proveedores también prohíbe el trabajo forzado u obligatorio, el trabajo infantil, la discriminación, el trato inhumano, el abuso y el acoso.

Estamos comprometidos con principios de conducta ética y legal como parte de nuestros valores fundamentales.

Nos regimos por estos principios y los respetamos a través de tratos comerciales justos, competitivos y transparentes en todas nuestras operaciones a nivel global. Prácticamente todas las regiones en las que opera McCain Foods tienen leyes relativas a la lucha contra el soborno y la corrupción. Estas leyes prohíben las prácticas poco éticas y no participamos ni toleramos ningún comportamiento ilegal o corrupto.

Nos comprometemos a seguir esforzándonos para alcanzar el objetivo de cero incidentes en nuestras operaciones y la seguridad será siempre nuestra prioridad número uno.

Al formar parte de nuestra familia global, es vital que todos los empleados de McCain Foods reciban una compensación justa.

Proporcionamos a todos nuestros empleados una compensación justa que proporciona seguridad de ingresos y permite a los trabajadores mantener un nivel de vida digno. La compensación incluye salarios y beneficios.